Láminas azules IV


 
Las láminas se popularizan en internet.



En láminas azules III el autor mencionó la aparición de una página web inspirada en el cuento La omnipresencia del pajarito, pero desestima la importancia de esa página atribuyéndola a la mera diversión. Yo, como uno de los que ayudaron a crearla, quisiera contar la historia detrás de ella y en lo que se convirtió hoy en día.

Estudiaba en ese entonces diseño web en la universidad X, y el tema de las láminas azules estaba en boca de todos en el campus. Se habían formado algunos grupos conformados por gente que se hubiera encontrado con una de las láminas, refiriéndose así mismos como los “Reúm Ítkail[1]”, nombre que abreviaron como Rékail. Se habían propuesto crear una comunidad de Rékail inicialmente con el objetivo de compartir el contenido de sus láminas después de entregarlas a las editoriales, aunque, como suele suceder con esos grupos, a su tiempo se convirtió en otra excusa para reunirse a perder el tiempo. Por estas y otras razones es que el grupo original se fue disolviendo y diversas facciones de Rékail fueron apareciendo en todo el campus. El término se hizo tan popular que se extendió hacia otras universidades, hasta que casi sin darse cuenta, el término Rékail acabó siendo usado por cualquier persona que se hubiera encontrado con una de las láminas. Durante todo ese proceso de popularización, las diferentes facciones habían iniciado una especie de guerra por diversos motivos que, en general, calificaba yo de absurdos. Había algunas que competían por ver quiénes tenían las láminas más interesantes, las más crípticas, las que presentaban formatos más extraños, e incluso las que aparecían en los peores lugares. Además de todo eso, empezaron a crear diversos grupos y publicaciones en todas las redes sociales, cosa a la que también se unieron los Rékail que nada tuvieran que ver con esas facciones. El internet se llenó así se Rékail que comentaban lo que decía su lámina, y aunque era costumbre subir una foto de la lámina a fin de demostrar su veracidad, la verdad era que la participación era tan masiva, que era inevitable que una gran cantidad de Rékail fueran impostores que se inventaban el contenido de las láminas, fuera variando el contenido de las láminas ya conocidas y publicadas como intentando continuar las historias que éstas dejaban incompletas. De más está decir que, cuando dicho fenómeno se volvió global y alcanzó todas las lenguas y culturas, la cantidad de contenido falso fue tan grande que se volvió un problema para todos los que se interesaran de verdad por las láminas. Uno de los casos más sonados fue el de un grupo en X red social que publicó el contenido de unos supuestos fragmentos para la colección Senderos alternativos, cuyas láminas habían sido encontradas exclusivamente por miembros de dicho grupo y que fuera de ellos no se aparecían. Abrieron hilos interminables sobre cómo parecía que las láminas los escogían, apareciéndoseles hasta veinte por semana. La historia cobró tanta notoriedad que llegaron a ser amenazados para que subieran evidencia fotográfica de las láminas, cosa que evidentemente fue ignorada, y cuando todo escaló al punto en que alguien empezó a escribir mensajes insultantes en la puerta de uno de los administradores, con lo cual finalmente admitieron que había sido todo una mentira, cerrando pronto su página y borrando todas sus publicaciones.

Creo que esta última anécdota es suficiente para hacerse una idea de cómo quedó el mundo del internet cuando las láminas azules llegaron a él, y todo lo que habría de pasar aún. En medio de ese ambiente caótico fue que a uno de mis amigos se le ocurrió la idea de crear la primera página web dedicada al ParalefikZland, donde los Rékail (y cualquier persona), pudiera subir el contenido de sus láminas y convivir con otros en un ambiente más cómodo y con mayor control de calidad. La idea nos gustó, y en poco tiempo habíamos creado algo que asemejaba más a una pequeña página de blogs con reglas estrictas para asegurarnos de que ningún usuario estuviera inventando el contenido de sus láminas. Durante los primeros meses, usamos como inspiración la liga web que de la que ya hemos hablado al principio, pero no tardó mucho para que, a petición de los usuarios, le cambiáramos el nombre a ParalefikZland-Infinite.

Durante su rápido crecimiento, la página pasó de ser un mero blog para publicar el contenido de las láminas a incluir más características propuestas por los usuarios. Recordando el caso de las láminas falsas de antes, se sugirió abrir una sección donde los usuarios pudieran inventarse sus láminas, lo cual era esencialmente una excusa para publicar relatos propios bajo el nombre ParalefikZland. Esta iniciativa fue tan aceptada que, en poco tiempo, y con otros muchos cambios que le habíamos dado al concepto original, pudimos volverla una página rentable a la que dedicarnos a tiempo completo. Pero no ahondaré más por ahora.


          



[1]  “Testigos azules”.


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