Déla, una mujer que puede detener el tiempo, intenta evitar que un meteoro destruya la tierra, pero se da cuenta de que nada puede hacer aunque tenga todo el tiempo del mundo.
Toqué la puerta. "No hay nadie", respondieron del otro lado. Volví a tocar. "No hay nadie", repitieron. Desesperado, entré por la fuerza, y en efecto no había nadie.