Página secreta 1

 

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Fragmento rechazado de Láminas azules XIII

Vi claramente cómo el astronauta salía del módulo y comenzaba a pasearse por la superficie cobriza de Marte, llevando una cámara en mano mientras explicaba cosas de la vida en dicho planeta entre otros datos científicos del mismo. Se suponía que fuera sólo un video corto, más que nada para elevar la emoción de la gente en la tierra por el nuevo hito de la humanidad al haber instalado la primera base habitable en Marte, pequeña y no muy acogedora, pero un hito al fin y al cabo. El astronauta recorrió el borde de una construcción rocosa, mostrando ante la cámara algunas rocas, y así se alejó lentamente de la base. Pero es entonces que vislumbró algo raro a unos metros de ahí, un color que desentonaba con la aridez del planeta y que en un principio pensó que sería agua, pero al acercarse vio un objeto azul parcialmente enterrado. Parecía en efecto un pedazo de océano congelado en el tiempo. Lo apuntó con la cámara y lo levantó del suelo. Tenía algo escrito en su superficie, pero aunque reconocía los caracteres latinos, no estaba en un idioma que entendiera. El video termina ahí.

De vuelta en la tierra, el video de ese astronauta acaparó la atención de los medios, pues aún eran recordadas las láminas azules del ParalefikZland que hace más de cien años habían aparecido sobre la tierra, y del mismo modo habían desaparecido sin dejar huella. Cuando los científicos comprobaron que esa lámina era, en efecto, igual a las que habían aparecido antes, el mundo se puso de cabeza. Se transmitieron eventos en los que se recordaban las historias contenidas en esas láminas, la mayoría ya olvidadas y sólo guardadas en archivos o en tiendas de antigüedades, se hicieron reimpresiones con libros de papel verdadero para recordar cómo era la sensación de leerlos en su tiempo, entre muchas otras mercancías relacionadas con las láminas. Pero obviamente el punto de discusión más intenso eran las repercusiones de todo esto; por un lado se preguntaban si, ya que las láminas habían vuelto y empezaban a aparecer fuera de la tierra, quería eso decir que habría más allá afuera, escondidas por todo el universo; y por otro lado, estaba la inquietud de si las historias contenidas en ellas serían las mismas o no que las que recibieron en la tierra hacía tanto tiempo.

También estaba el misterio de por qué la lámina encontrada en Marte no estaba escrita en ninguna lengua conocida, que al examinar más de cerca tenía cierto parecido con algunas lenguas naturales, principalmente en el vocabulario, el cual daba la impresión de estar hecho de palabras reales modificadas.

Fuera de todos los misterios que desencadenó esta nueva aparición, muchos se cuestionaban si esto significaría realmente algo importante para el futuro, o si sólo serían una bonita curiosidad que encontrar en el universo mientras se hacía algo más importante.

Sin importar lo que vaya a suceder con las láminas, a partir de ahora muchos apuntarán los ojos, los telescopios y los cohetes al espacio, y se preguntarán si ahí donde cae la mirada habrá otra lámina azul escondida, y qué clase de historia contará.

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