Alter-ego 20: La partida de otro viajero
Altréu se vuelve un viajero completo.
De entre todas las maneras que existen para convertirse en viajero, una de las más simples y menos espectaculares le tocó a un ser de nombre Altréu, el cual, tras haber padecido una enfermedad que lo hacía viajar entre los universos durante el sueño, decidió dejarse morir para dedicarse exclusivamente a ser Viajero. Cuando lo hizo se encontró flotando en un espacio lleno de luces de estrellas y galaxias a lo lejos. Plenamente consciente de su situación, ansiosamente se dejó integrar en su nuevo estado y descubrió que poseía el cuerpo de un ser que había sido Viajero, y que había decidido abandonar temporalmente ese estado para vivir plenamente en al menos una realidad. Enterado finalmente de toda su historia y vivencias, decidió que era hora de recorrer toda la existencia ahora libre de ataduras. Rio y voló de un lado al otro de ese universo, gozando de su nueva libertad, y pensaba algún día superar el límite del zlánd para recorrer lo que había más allá. En su alegría viajó a varios universos consecutivamente, sin detenerse, sin preocuparse por ellos, orgulloso como el pájaro que ya ha aprendido a volar. Al bajar un poco su júbilo se dio cuenta de que sujetaba algo con las manos, al abrirlas descubrió una canica y un dado al que le faltaba el número 4. Ese descubrimiento le hizo detenerse cerca de una estrella, y contemplando esos objetos se calmó y sonrió. Entonces comprendió que nunca iba a sentirse completamente desligado de esa realidad que lo había visto nacer, tanto por las buenas experiencias como por las malas. Sin embargo, lejos de decepcionarlo, dicha realización le llenó de una gran paz; la certeza de que en algún universo paralelo había una realidad que había hecho suya, donde vivían seres que había hecho suyos, le hizo sentir al resto de la existencia como algo completo, que no era sólo un montón de realidades desperdigadas y paralelas flotando por ahí sin importancia.
“Si logré vivir así en una realidad, quizás también pueda llegar a amar otras. Y alguna vez quisiera hacer vivir todo esto a algún otro ser.”
Decidió que era momento de partir. Quería buscar en algún mundo a Zósla, además de que tenía una promesa que cumplirle a la Méyu del mundo de las gravedades.
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